Imagine un gas de efecto invernadero cuya reducción podría ralentizar significativamente el calentamiento global en décadas, al tiempo que ofrece beneficios para la salud, el medio ambiente y la economía. La respuesta existe: el metano. Este potente contaminante climático de corta duración representa una de las oportunidades más viables en la política climática actual.
1. Metano: El Acelerador Climático Olvidado
Como el segundo mayor contribuyente al calentamiento global después del dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄) ejerce impactos climáticos desproporcionados a pesar de su vida atmosférica relativamente corta (aproximadamente 12 años). Durante un período de 20 años, el metano atrapa 86 veces más calor que el CO₂; incluso durante un siglo, su potencial de calentamiento sigue siendo 28 veces más fuerte.
Más allá de los efectos climáticos, el metano impulsa la formación de ozono a nivel del suelo, un contaminante del aire peligroso relacionado con enfermedades respiratorias, reducción de los rendimientos de los cultivos y daños a los ecosistemas. La mitigación efectiva del metano, por lo tanto, ofrece beneficios inmediatos para la salud pública y la seguridad alimentaria.
2. Principales fuentes de emisión: Las actividades humanas dominan
Si bien existen fuentes naturales de metano, las actividades humanas representan más del 90% de las emisiones a través de tres sectores clave:
Las concentraciones globales de metano alcanzaron niveles récord en 2021, con proyecciones que indican un crecimiento continuo sin intervención.
3. La urgencia: Prevención de puntos de inflexión climáticos
Cumplir el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París requiere una acción inmediata sobre el metano junto con las reducciones de CO₂. El consenso científico indica la necesidad de recortes de metano del 35-40% para 2030 en comparación con los escenarios de "business-as-usual".
Las propiedades únicas del metano hacen que las reducciones rápidas sean esenciales:
4. Existen soluciones rentables en todos los sectores
La Evaluación Global del Metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente confirma que la mayoría de las tecnologías requeridas ya existen, a menudo con retornos económicos positivos:
Muchas medidas resultan negativas en cuanto a costos al contabilizar el valor del gas recuperado, los ahorros en salud y las ganancias de productividad del aire más limpio.
5. Marco de cooperación global
El Compromiso Global sobre el Metano (GMP) de 2021, codirigido por Estados Unidos y la UE, ahora incluye a más de 100 naciones comprometidas con reducciones del 30% para 2030. Las iniciativas complementarias incluyen:
6. Recomendaciones políticas
Para acelerar el progreso, los gobiernos deberían:
La reducción de metano representa una de las soluciones climáticas más inmediatas y rentables disponibles en la actualidad. La acción global concertada puede ralentizar simultáneamente las trayectorias de calentamiento al tiempo que ofrece beneficios tangibles para la salud y la economía en todo el mundo.
Imagine un gas de efecto invernadero cuya reducción podría ralentizar significativamente el calentamiento global en décadas, al tiempo que ofrece beneficios para la salud, el medio ambiente y la economía. La respuesta existe: el metano. Este potente contaminante climático de corta duración representa una de las oportunidades más viables en la política climática actual.
1. Metano: El Acelerador Climático Olvidado
Como el segundo mayor contribuyente al calentamiento global después del dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄) ejerce impactos climáticos desproporcionados a pesar de su vida atmosférica relativamente corta (aproximadamente 12 años). Durante un período de 20 años, el metano atrapa 86 veces más calor que el CO₂; incluso durante un siglo, su potencial de calentamiento sigue siendo 28 veces más fuerte.
Más allá de los efectos climáticos, el metano impulsa la formación de ozono a nivel del suelo, un contaminante del aire peligroso relacionado con enfermedades respiratorias, reducción de los rendimientos de los cultivos y daños a los ecosistemas. La mitigación efectiva del metano, por lo tanto, ofrece beneficios inmediatos para la salud pública y la seguridad alimentaria.
2. Principales fuentes de emisión: Las actividades humanas dominan
Si bien existen fuentes naturales de metano, las actividades humanas representan más del 90% de las emisiones a través de tres sectores clave:
Las concentraciones globales de metano alcanzaron niveles récord en 2021, con proyecciones que indican un crecimiento continuo sin intervención.
3. La urgencia: Prevención de puntos de inflexión climáticos
Cumplir el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París requiere una acción inmediata sobre el metano junto con las reducciones de CO₂. El consenso científico indica la necesidad de recortes de metano del 35-40% para 2030 en comparación con los escenarios de "business-as-usual".
Las propiedades únicas del metano hacen que las reducciones rápidas sean esenciales:
4. Existen soluciones rentables en todos los sectores
La Evaluación Global del Metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente confirma que la mayoría de las tecnologías requeridas ya existen, a menudo con retornos económicos positivos:
Muchas medidas resultan negativas en cuanto a costos al contabilizar el valor del gas recuperado, los ahorros en salud y las ganancias de productividad del aire más limpio.
5. Marco de cooperación global
El Compromiso Global sobre el Metano (GMP) de 2021, codirigido por Estados Unidos y la UE, ahora incluye a más de 100 naciones comprometidas con reducciones del 30% para 2030. Las iniciativas complementarias incluyen:
6. Recomendaciones políticas
Para acelerar el progreso, los gobiernos deberían:
La reducción de metano representa una de las soluciones climáticas más inmediatas y rentables disponibles en la actualidad. La acción global concertada puede ralentizar simultáneamente las trayectorias de calentamiento al tiempo que ofrece beneficios tangibles para la salud y la economía en todo el mundo.