La seguridad alimentaria sigue siendo una piedra angular de la estabilidad nacional, y la mejora de la capacidad de almacenamiento y la reducción de las pérdidas poscosecha se perfilan como prioridades críticas en todo el mundo. Para abordar esta necesidad, se está desplegando una nueva generación de silos de grano de acero de fondo plano en Bután y Nepal para mejorar las reservas locales de alimentos.
Los innovadores silos cuentan con una construcción de acero de aleación de zinc-aluminio, que ofrece una resistencia superior a la corrosión y una durabilidad que extiende significativamente la vida útil operativa. Con una capacidad de almacenamiento de una sola unidad de 5.000 toneladas métricas y un diámetro exterior de 25 metros, estas estructuras cilíndricas están diseñadas específicamente para una óptima conservación del grano.
En comparación con las instalaciones de almacenamiento tradicionales, los silos de acero de aleación demuestran mejoras notables en el sellado hermético, el control de la humedad y la prevención de plagas —factores clave que minimizan el deterioro y mantienen la calidad nutricional durante los períodos de almacenamiento prolongados.
Fabricados por un productor especializado de equipos industriales que también suministra tanques de almacenamiento de líquidos y contenedores de tratamiento de aguas residuales, estos silos representan un enfoque integral de las soluciones de almacenamiento. Se espera que su implementación mejore sustancialmente la infraestructura de conservación de granos en ambas naciones del Himalaya.
Los expertos en seguridad alimentaria enfatizan que los avances en la tecnología de almacenamiento constituyen un componente vital de los sistemas agrícolas sostenibles. La adopción de diseños de silos modernos y materiales avanzados puede reducir drásticamente las pérdidas poscosecha, actualmente estimadas en el 14% de la producción mundial de alimentos, al tiempo que mejora la eficiencia de la utilización.
A medida que el cambio climático y la inestabilidad geopolítica exacerban los desafíos del suministro mundial de alimentos, se prevé que estas innovaciones tecnológicas en el almacenamiento de granos desempeñen un papel cada vez más importante para las naciones en desarrollo que buscan fortalecer sus marcos de seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria sigue siendo una piedra angular de la estabilidad nacional, y la mejora de la capacidad de almacenamiento y la reducción de las pérdidas poscosecha se perfilan como prioridades críticas en todo el mundo. Para abordar esta necesidad, se está desplegando una nueva generación de silos de grano de acero de fondo plano en Bután y Nepal para mejorar las reservas locales de alimentos.
Los innovadores silos cuentan con una construcción de acero de aleación de zinc-aluminio, que ofrece una resistencia superior a la corrosión y una durabilidad que extiende significativamente la vida útil operativa. Con una capacidad de almacenamiento de una sola unidad de 5.000 toneladas métricas y un diámetro exterior de 25 metros, estas estructuras cilíndricas están diseñadas específicamente para una óptima conservación del grano.
En comparación con las instalaciones de almacenamiento tradicionales, los silos de acero de aleación demuestran mejoras notables en el sellado hermético, el control de la humedad y la prevención de plagas —factores clave que minimizan el deterioro y mantienen la calidad nutricional durante los períodos de almacenamiento prolongados.
Fabricados por un productor especializado de equipos industriales que también suministra tanques de almacenamiento de líquidos y contenedores de tratamiento de aguas residuales, estos silos representan un enfoque integral de las soluciones de almacenamiento. Se espera que su implementación mejore sustancialmente la infraestructura de conservación de granos en ambas naciones del Himalaya.
Los expertos en seguridad alimentaria enfatizan que los avances en la tecnología de almacenamiento constituyen un componente vital de los sistemas agrícolas sostenibles. La adopción de diseños de silos modernos y materiales avanzados puede reducir drásticamente las pérdidas poscosecha, actualmente estimadas en el 14% de la producción mundial de alimentos, al tiempo que mejora la eficiencia de la utilización.
A medida que el cambio climático y la inestabilidad geopolítica exacerban los desafíos del suministro mundial de alimentos, se prevé que estas innovaciones tecnológicas en el almacenamiento de granos desempeñen un papel cada vez más importante para las naciones en desarrollo que buscan fortalecer sus marcos de seguridad alimentaria.